Iconos y lenguas
Como la verdad es que les hago poco seguimiento -conjuntamente con los casi dieciséis millones de españoles que declinaron el honor de votar al PP en las últimas elecciones democráticas- me acabo de enterar de que Nuevas Generaciones tiene una campaña monísima cuyo lema es "No te muerdas la lengua ante ZP". Vamos a prescindir del hecho de que ya ves tú el interés que se le puede presumir por la política en general y por ZP en particular a un miembro de la nueva generación que se moviliza únicamente cuando hay botellón de por medio, pero seamos serios, ¿ustedes de verdad creen que el partido en el que milita Zaplana sea el llamado a convocar en su favor al espíritu rebelde de la juventud? Oye, que igual sí, a fin de cuentas, de todos es sabido que los jóvenes se han caracterizado desde tiempos inmemoriales por simpatizar muchísimo con las ideas conservadoras. Además, esta atracción en España se ha fortalecido mucho en los últimos tiempos, en especial desde que el PP ha hecho tan evidente su asociación con los obispos, colectivo, éste sí, indudablemente dotado para contactar con los intereses de la sociedad del futuro; a saber: el precio del JB, la disponibilidad de marihuana en el mercado, los avances en el nivel de sensitividad de los condones, la estabilidad de la cresta-larva en lo alto de sus cabezas y otros temas de igual calado y rabiosa actualidad. Pero claro, tratándose de ZP ya es otra cosa, tratándose de ZP, de los desmanes de ZP, ni los menores de 25 podrán contener su indignación. Por eso el PP los anima, para que no se envenenen. De todas formas, lo que más me sorprendió fue el icono de la campaña, es decir, lo que es la imagen, la persona que le pone cara (en este caso, lengua) a la expresividad anti-ZP que promulgan los chiquitos peperos. Se trata de una muchacha que, amén de sacar la lengua cual Mick Jagger en su mejor momento, luce un piercing en la misma a juego con las conservadorísmas rastas en las que lleva dividido su cabello. Todo ello aderezado con un maquillaje agresivo y un top lencero de mercadillo y muy a tono con el resto del conjunto. Una imagen muy actual, verdaderamente. Vamos, lo que es el prototipo típico de joven del PP de toda la vida. Un vástago cuya foto cualquier padre del régimen estaría encantado de exhibir en su salón, preferiblemente al lado del atril con la Biblia y cubierto con la bandera española en versión aguileña. De hecho, yo nada más verla me dije: "hay que ver lo que me recuerda esta chica a Ana Aznar, oye". Qué duda cabe de que lo mejor que tiene esta gente es la coherencia. Dios se la conserve. También.
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