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Nadir

Festival Wo-Mal

No me veo a Oropesa del Mar pidiendo las mismas perras públicas que se gastan en la vecina Benicàssim para financiar un festival similar al FIB, la cita independiente más importante de España. Tampoco imagino que Bilbao solicite para su ciudad la misma inversión gastada en el Festival de Cine de San Sebastián.
Lo que sí se contempla es a Bruno Piqué picao, o sea, que es Bruno Picado. Las personas que sonríen de cotidiano total son peligrosas, no sabes si se ríen por dentro y por fuera de ti, si tanta sonrisa oculta un alma oscura o, simplemente, si se trata de un tonto feliz. Después de escuchar las declaraciones del concejal-jal de Cultura sobre el Womad, estamos por lo tercero.
Equiparar un festival de la raigambre, la tradición y el impacto internacional del Womad con la chuminada percusiva que se montó en las calles de Santa Cruz el pasado Sábado de Carnaval, es como poner al mismo nivel la programación del Auditorio y la del Madison Square Garden. Dos eventos tan dispares no cuentan con la más mínima similitud, hasta el punto de que uno tiene impacto cultural y el otro es un pasaje más en el batiburrillo ruidoso y meón del Carnaval.
Aun así, lo peor de la afirmación de Piqué no está en el parecido que intenta establecer entre el Womad y el Festival de la Percusión anémico. Lo malo es que las largadas de Bruno manifiestan la extraña urticaria que padece una parte de la sociedad tinerfeña, incapaz de darse cuenta de que un beneficio para Gran Canaria también puede ser una ventaja para Tenerife.
Solo la envidia de las mentes cortas de provincias puede pergeñar el cúmulo de sandeces que brota con las habituales erupciones del pleito insular, como esas editoriales domingueras del periódico más leído del mundo macaronésico, una demostración de cómo convertir en vacío columnístico un cuadro clínico de paranoia histérica.
Solo un verdadero totufo sería incapaz de ver lo sencillo que es acudir al Womad. Sí, señor Piqué, sí, señor editorialista g-atávico, viajar al Womad es tan fácil que cada noviembre miles de tinerfeños lo hacemos: cogemos el ferry, cogemos la guagua, llegamos a Las Palmas, nos quedamos donde nos place (camas en casas de amigos o la arena amistosa de Las Canteras haciendo de colchón, si quieres dormir), disfrutamos del Womad. Volvemos.
Que siga el Womad, y que el señor Piqué encuentre algo para que los gcanarios se vengan en el ferry con ganas de disfrutar.

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