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Nadir

Palabros

Con motivo del Día del Libro -sí, en efecto, hoy hablamos de esa cosa rectangular que tenemos debajo de la mesita del televisor para que no cojee-, la Escuela de Escritores de Madrid convocó un concurso por internet para elegir la palabra más bella del español. La idea no era muy original pero tenía cierto atractivo, más que votar al político más mentiroso, al constructor más destructor o al futbolista más tronco. Los resultados han sido sositos, porque el personal ha tirado por lo fácil. Así, "amor" fue la palabra elegida. Y luego, sucesivamente, "libertad", "paz" y "vida". Para encontrar palabras bellas en sí mismas, tenemos que rebuscar un poco en la lista. La primera eufonía preciosa que aparece es "azahar". Luego "libélula", "albahaca" y "mandarina". Yo no voté -la política me ha hecho perder la fe en el democrático acto-, pero de haberlo hecho hubiera optado, quizá, por palabras que puedo escuchar y ver: "estrella", "eclipse", "supernova", "pléyades" "albanta" o "luna", sin ir más lejos. ¿Muy profesional? Puede ser. Si me dejo llevar por palabras que no sólo pueda escuchar y ver, sino también tocar, oler y gustar, sólo se me ocurre "teguestera", que es una dulce palabra tinerfeña que seguro desconocen en Madrid y ellos que se lo pierden. Me habrían dado el voto como nulo. ¿Y la palabra más fea, la más horrísona? No han convocado el concurso todavía, pero podemos especular con los posibles resultados: "guerra", "terrorismo", "corrupción" o "especulación" estarían entre las primeras rechazadas. A mí personalmente todo lo que acaba en "-ismo" me irrita sobremanera. Escriban, por ejemplo, "comunismo", "franquismo", "liberalismo" o "progresismo", si lo que quieren es, precisamente, designar lo contrario. Palabras éstas que distan mucho de ser comunes, francas, libres o apoyar el progreso. Y, si seguimos hablando de palabras, de progreso y de cultura, tenemos que reflejar aquí con espanto como la llamada Asociación de Escritores en Lengua Catalana reclama "desde una sensibilidad progresista (sic), el reconocimiento de los derechos de autor en los préstamos bibliotecarios". Toma. Pasa por caja si quieres que tu televisión no cojee. Ya lo dijo la nefasta y nefanda ministra que administra los derechos de las izquierdas con singular pluralismo: "La cultura no puede ser gratis". Así sea. La próxima votación, envíe un sms con la palabra que haya elegido. Posiblemente la ganadora saldrá de una lista como ésta: "xfa", "find", "kdms?" o "Ktl?". Ya no tendremos español, pero tendremos un sinfín de plurales realidades lingüísticas nacionales, que es lo que se lleva. Ah, se me olvidaba. ¿Mi palabra más odiada, la más impronunciable? Inténtenlo: "Sgae". Seguro que gana, y de largo, en cualquier votación por internet. Siguen haciendo amigos.

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