Pasado Popular
El Partido Popular recurre ante el Constitucional que el matrimonio entre homosexuales no se llame matrimonio y, si lo logran, siempre pueden recurrir a la Academia de la Lengua Española para que los homosexuales no sean llamados homosexuales, sino maricones, como toda la vida. Aunque sólo han pasado tres meses desde la entrada en vigor de esta ley la situación está tan aceptada por un porcentaje muy alto de la población que es como si ya pudiéramos verla con perspectiva histórica. Desde esa mirada que no necesita 20 años de desclasificación de documentos, ni 40 para la muerte de todos los protagonistas, lo que se ve es que los "gays" han dependido del PSOE del siglo XXI para poder casarse y ahora se exponen a que ese Partido Popular que ha dejado de mirar al pasado les anule el matrimonio.
El Partido Popular no ha necesitado ni un día para darse cuenta de que no hay fisuras entre sus cargos ni entre sus bases. Ninguno quiere que esos matrimonios se llamen matrimonios y acaso en unos meses todos quieran que el colectivo pase a ser designado como maricones y punto. Los maricones y tortilleras del Partido Popular tampoco tienen más fisuras que las que trae el cuerpo para evacuar y divertirse y quieren casarse pero sin que ese enlace se llame matrimonio porque ya saben que no es lo mismo ser pera que manzana, normal que anormal. Parecía que Rajoy era la mirada al futuro mientras que Acebes seguía sin pestañear desde que el presente se hizo pasado el 14-M. Parecía pero no. Cuando Rajoy dijo que se acababa el mirar al pasado se consagraba a sí mismo como pretérito y se abolía ante este futuro que empieza en el Tribunal Constitucional.
El Partido Popular no ha necesitado ni un día para darse cuenta de que no hay fisuras entre sus cargos ni entre sus bases. Ninguno quiere que esos matrimonios se llamen matrimonios y acaso en unos meses todos quieran que el colectivo pase a ser designado como maricones y punto. Los maricones y tortilleras del Partido Popular tampoco tienen más fisuras que las que trae el cuerpo para evacuar y divertirse y quieren casarse pero sin que ese enlace se llame matrimonio porque ya saben que no es lo mismo ser pera que manzana, normal que anormal. Parecía que Rajoy era la mirada al futuro mientras que Acebes seguía sin pestañear desde que el presente se hizo pasado el 14-M. Parecía pero no. Cuando Rajoy dijo que se acababa el mirar al pasado se consagraba a sí mismo como pretérito y se abolía ante este futuro que empieza en el Tribunal Constitucional.
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