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Nadir

Sin honor, sin dignidad, sin vergüenza.

Cómo es posible que este tipo sea auditor del Ejército de Tierra? Este tipo, atrincherado en un escaño para eludir los tribunales de justicia, es un mentiroso sin honor ni dignidad. Pide comparecer para responsabilizar de su negligencia a sus subordinados y suelta nombres como las pedradas del cobarde. Un jefe militar nunca excusa su comportamiento depositando las responsabilidades en sus subordinados. Las asume responsable y gallardamente, porque para eso, entre otras cosas, es un jefe. Pero este tipo grita como una comadreja que no tiene culpa, que no tiene ninguna culpa, que la culpa es de los militares, ah, malvados, que le dejaron solo. ¿Le dejaron solo? ¿Deberían haber dimitido, como NO lo hizo él? ¿Y este badulaque temblón y acusica, obsesionado por su pescuezo político hasta la ignominia, fue ministro de Defensa? ¿De verdad que este tipo indescriptible fue el máximo responsable de las Fuerzas Armadas? ¿Un tipo que organiza un entierro polichinesco, una farsa negra y miserable, y que a los familiares de los militares, mientras ondean las banderas y se les rompe el corazón, es capaz de decirles cosas como "a su hijo le hubiera gustado contarle lo seguro que era el avión?". ¿Cómo ha tenido hasta hoy la suerte de que nadie le rompa la cara?

¿Este tipo es el mismo que, al ser increpado anteayer por varios familiares de los desaparecidos, les exigió que respetasen a los ciudadanos a los que representaba con una helada e inconsecuente chulería? ¿Y quién le estaba faltando el respeto a los ciudadanos que le votaron? ¿Cuántas trincheras más será capaz de imaginar desde su cinismo nauseabundo? ¿Creerá este tipo que podrá deshacerse con los meses, con los años, de su responsabilidad política en esta masacre? ¿Creerá que podrá seguir escondiéndose, reptando entre las listas, indefinidamente, hasta que prescriba cualquier hipotético proceso judicial? ¿Supondrá que podrá seguir burlándose impunemente de los familiares y amigos de los muertos, de los mandos militares que debieron soportarlo, de la opinión pública de todo el país? ¿Imaginará que los medios de comunicación se van a cansar más pronto que tarde y que no verá nunca más una pancarta, no escuchará una exigencia de reconocimiento y perdón, no deberá sufrir el anhelo de justicia? ¿Y a este tipo lo manda la dirección del Partido Popular a Galicia para hurgar en las sacas de los votos de los emigrantes y perfumar las primeras horas del recuento con el hedor artificial de un pucherazo? ¿A este tipo? ¿A este cabrón? Que alguien le arroje un euro, por favor...

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