Blogia
Nadir

Aznar se reafirma

La última machada de José María Aznar ha sido en una televisión portuguesa. Allí, de nuevo envuelto en la pretensión de que nuestro problema básico es la reivindicación de una disculpa al universo musulmán por la invasión de España, ha manifestado que no tiene miedo al terrorismo islámico y el resto de los mortales que no piensan como él si lo tienen.

Como José María Aznar ya no está en el Gobierno de España es posible que no tenga acceso a la información que tenía cuando era el habitante de La Moncloa. Por eso es posible que todavía no conozca el informe de dieciséis agencias de inteligencia, coordinado por John Negroponte, responsable norteamericano de seguridad interior, que concluye que la invasión de Irak ha sido causa determinante del crecimiento exponencial de terrorismo de origen islámico. Ya es noticia oficial que los máximos responsables de la inteligencia norteamericana piensan que la estrategia de George W. Bush no solo no ha dado los resultados previstos sino todos lo contrario.

Todos los que como Aznar manifiestan no tener tienen miedo y piensan que el problema se soluciona con medidas de fuerza y de poder son los responsables de que las oficinas de reclutamiento de Al Queda estén a rebosar. Las torturas de Abub Grahib, los asesinatos de soldados norteamericanos a personas civiles en el asalto a poblados en Irak, la invasión de Líbano, la existencia de la cárcel de Guantánamo y los vuelos secretos de la CIA transportando sospechosos secuestrados forman parte de esa metodología que el ex presidente del Gobierno de España era partidario de ampliar mediante bombardeos de la OTAN sobre las posiciones de Hertzbolá en Líbano.

Quizá el empecinamiento de Aznar solo sea un recurso defensivo hacia la catástrofe que impelió con su apoyo a la invasión de Irak. Como es de naturaleza provocadora y bravucona no debe tener la inteligencia y la humildad de que percibiendo que quien ha metido la pata se escurre de los escenarios para olvidar las daños que promovió.

A todos nos sería de una gran utilidad que una ley de incompatibilidades obligara a José María Aznar a dedicarse por entero al mundo de los negocios que ahora le ocupan solo a tiempo parcial. Tal vez si se dedica solo a hacerse rico los demás podamos estar más tranquilos.

0 comentarios